HONORIO SIRERA Y SÁNCHEZ (1794-1850)
Brigadier de la Real Armada, Mayor General del Apostadero de La Habana y del Depósito Hidrográfico. Fue condecorado con la Cruz de Tarragona, Cruz y Placa de la Real y Militar Orden de San Hermeregildo y Cruz de la Real y distinguida Orden de Carlos III.
Nace en Novelda el día 20 de abril de 1794. Hijo de los noveldenses, Juana Sánchez y Francisco Antonio Sirera, quien fuera alcalde de la ciudad en 1774.
“Constituye este personaje un ejemplo más (junto a Jorge Juan y el marqués de La Romana) de la importancia que alcanzó la Marina en Novelda, especialmente entre la clase noble, siendo Honorio Sirera su último representante entre los nacidos en el siglo XVIII.
El 26 de marzo de 1806 sentó la plaza de Guardiamarina en la Compañía de Cartagena y en octubre de ese mismo año embarcaba en la fragata “Proserpina”, cuya misión era la de lleva a Trieste al Embajador ruso en España. A su regreso se le destinó al 4º Regimiento Real de la Marina.
En 1810 embarcó en la fragata “Diana”, con destino a Apostadero de Cataluña, a las órdenes del Teniente de Navío D. Juan Dameto, desembarcando en Bagú con la guarnición de dicho buque y 200 hombres del ejército, sufriendo durante los días 18 y 19 de mayo las consecuencias del sitio de Tarragona por los franceses. Allí permaneció hasta la rendición de la plaza.
Terminada la Guerra de la Independencia, Honorio Sirera se encontró inmerso, en su condición de militar, en el conflicto suscitado con la sublevación de las colonias españolas en América. Con distintas misiones de servicio pasa a Cádiz, Vigo, Veracruz, Pensacola, La Habana y Cartagena de Indias, participando entre otras acciones, con la goleta “Florida Blanca” en la destrucción de un Corsario insurgente en Boquillas de Piedra haciendo varar y apresar hasta 7 buques. En este lugar, con el bergantín goleta “Almirante” batió y echó a pique a varias goletas insurgentes. Allí permaneció hasta el febrero de 1818 fecha en que, con real licencia de 4 meses, regresó a Novelda.
El 6 de mayo de 1821 sale de Cádiz a la América Septentrional hacia Veracruz, que estaba sitiada por los disidentes. Nuevamente, en este año disfruta de una estancia en Novelda, incorporándose tras el descanso con el grado de Teniente de Navío y con destino de Ayudante Especial del Departamento de donde pasaría, pocos meses más tarde, a desempeñar el cargo de Ayudante del Tercio Naval de Valencia, hasta 1828 que se le nombra Ayudante de la Subinspección del Arsenal.
En noviembre de ese mismo año se le concede licencia para residir en Novelda.
Por Real Orden de 19 de abril de 1832, S. Magestad le nombra Agente Fiscal de Supremo Consejo de Guerra. Después pasará por sucesivos ascensos hasta llegar a ser nombrado Capitán de Navío y residirá en La Habana hasta 1842. Posteriormente se el ascenderá a Mayor General del Departamento de El Ferrol.
En mayo de 1843 desempeñará el cargo de Comandante del Arsenal de Cartagena, y en el mes de octubre, Primer ayudante Secretario de la Dirección General de la Armada. Cuatro años después será ascendido a Brigadier, siendo destinado al año siguiente a El Ferrol.
Sin embargo su salud estaba ya por entonces quebrantada y el 26 de mayo de 1848 solicita un año de licencia. “para usar los baños de Carratraca y poder residir en los pueblos de la comprensión del Departamento de Cartagena”.
El marzo de 1850 se le conceden 6 meses de licencia para tomar los baños de Aguas de Busot. No agotaría esta nueva licencia. Honorio Sirera fallecería, soltero, el 18 de julio de ese mismo años en Novelda, a la edad de 55 años.”
(Texto extraído del artículo: “Apuntes Biográficos de un ilustre marino Noveldense, Honorio Sirera y Sánchez”, de Amadeo Sala Cola. Revista Betania, 2000.)