En la sesión de Pleno del Ayuntamiento de Novelda de 25 de diciembre de 1918, el Alcalde anunciaría la colocación de la primera piedra del Santuario de Sta. Mª Magdalena. Seguidamente comenzaron las obras bajo la dirección de José Sala Sala, redactor del proyecto, quien contó con Ceferino Escolano y Antonio Amorós como maestros de obras.
Las obras comenzaron con buen ritmo y, sobre todo, con mucha ilusión y empeño por parte de todos los que en ellas trabajaban, pero transcurrido el primer año comenzaron las dificultades económicas que ralentizaron el curso de los trabajos. Desde la prensa local se criticaba la lentitud de las obras, temiendo que pudieran llegar a paralizarse por completo.
Las obras del Santuario quedaron paralizadas hasta el año 1945. Previemente, se había acordado su reanudación a partir de la toma de posesión del alcalde D. José Puerto Jover, cuando la Corporación Municipal decidió impulsar la última fase de su construcción con la constitución de una Comisión Municipal Gestora que se encargara de recaudar los fondos necesarios para ello.
En la misma sesión plenaria en la que se aprobó dicha Comisión, el concejal Francisco Belda Crespo manifestaba la necesidad de continuar las obras hasta su finalización, de esta manera:
Es una vergüenza para todo buen noveldense, que se encuentre todavía sin construir el Santuario de Santa María Magdalena enel Castillo de la Mola y cuyas obras están paralizadas desde hace tiempo, y que este Ayuntamiento no debe consentir que se continúe en tal situación y debe llevarse al ánimo de todo buen noveldense, que como es natural siente ferviente adoración por la Santa, que se preocupe de que se convierta en realidad el deseo de todos."
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